lunes, 21 de mayo de 2012


Pseudomonas aeruginosa (o Pseudomonas pyocyanea) es una bacteria Gram-negativa Es un patógeno oportunista en humanos y también en plantas.
 Secreta una variedad de pigmentos como piocianina (azul verdoso), fluoresceína (amarillo verdoso fluorescente) y piorubina (rojo pardo). 

La infección por Pseudomonas o bacilo piocianico, es la consecuencia en general de una complicación de la Onicolisis( desprendimiento de la uña) y la paroniquia crónica( infeccion localizada en los bordes de la uña), y puede limitarse a infectar una o dos uñas. Eso se debe a que esta bacteria se implica como oportunista en las lesiones de las uñas. El Pseudomona produce dos pigmentos como la piocianina (azul verdoso) y fluoresceína (amarillo verdoso fluorescente) que dan a las uñas una coloración verdosa. 

Afecta la zona interdigitales de la piel ( entre los dedos) . Cuando estas regiones se infectan por dermatofitos o sufren algún traumatismo de la barrera dérmica puede producirse una invasión bacteriana. El tratamiento incluye la limpieza y desbridamiento de la piel infectada evitando la humedad.  Tambien puede provocar micosis( hongos en la planta) y puede  afectar las uñas dejandolas de una coloracion verdosa caracteristica.

Afecta tambien a los pacientes con diabetes , necrosando el tejido( apariencia de los dedos negros en la punta como primera manifestacion), tambien incide en las complicaciones de las ulceras.
El síndrome de las uñas verdes se produce cuando hay inmersión prolongada de los dedos en el agua. La  paroniquia  puede solucionarse con un tratamiento local, incluyendo el fondeo de la porción de la uña alcanzada evitando la humedad. Además, el tratamiento con ácido ac
ético diluido (0.25%-1%) puede utilizarse. Incluso con tratamiento, la pigmentación puede persistir varios meses

Por ello ante cualquier duda consulte a su  podologo de confianza 
                                                                                                              Pdga. Marcela  Bermionsolo


viernes, 18 de mayo de 2012

la relacion de confianza entre el paciente y el podologo


La empatia en la consulta del profesional de la salud
¿Qué es la empatía? “Ponerse en los zapatos del otro”, entender el mundo de creencias, vivencias, concepciones e ideas del paciente.

Dra. María del Carmen Vidal y Benito
 
La Empatía es un fenómeno que ha sido tratado bastante intensamente aunque por épocas,  por diversos estudiosos y pensadores  pertenecientes a diferentes disciplinas y en cuanto se comienzan a analizar los ensayos, las monografías, las tesis de doctorado, las revisiones y los trabajos de investigación dedicados a este tema, lo primero que resalta es que  no existe consenso acerca de lo que esta palabra  significa.

Es muy probable que el uso del término, por parte de profesionales de disciplinas diversas,  además de su vulgarización y uso cotidianos, sean las circunstancias que han contribuído  a la confusión que existe con respecto del mismo.

La Empatía considerada como un fenómeno básicamente afectivo  presente en los seres humanos,  que posibilita darse cuenta de que el otro, el que está frente a mí, presente en toda su corporeidad, se emociona como yo lo hago, siente como yo siento, y por lo tanto  es una persona tal cual yo lo soy, ha sido abordado por la Filosofía y estudiado por ella como una condición del ser o del existir humanos,  que posibilita la intersubjetividad,  es decir  la relación con los otros.

La Psicología en cambio,  ha estudiado  la Empatía como característica psicológica,  principalmente afectiva para algunos, cognitiva para otros y mixta para la mayoría en la actualidad,  que constituye por sí misma o es una condición  para la generación de las conductas y actitudes prosociales y es fundamental en el desarrollo infantil.

Más recientemente, las Neurociencias se interesan en hallar las razones por las cuales el cerebro-cuerpo genera una mente que se piensa a sí misma y abordan la consciencia, la Empatía, el altruismo, las conductas morales, etc., tratando de entender cómo en el ser humano, se producen  la consciencia de uno mismo y también la capacidad de sentir la emoción de otro, pudiéndola  diferenciar de la propia emocionalidad.

Es así que cuando se habla de Empatía, el o los autores pueden estar refiriéndose a:

• Sentir la emoción que el otro siente

• Conocer el mundo  interno de otra persona,  sus ideas, creencias y sentimientos.

• Conocer y comprender al otro y también  compartir su estado emocional

• Comprender los sentimientos de los otros: vivenciar lo que el otro siente, tomar distancia y valorar lo sentido por el otro

• Adoptar la postura o la expresión facial del interlocutor durante el intercambio con otros (la imitación sería la base de la Empatía)

• Proyectarse uno mismo en la situación de otro y luego percibir lo proyectado como perteneciente al objeto (Empatía Estética)

• Imaginar  lo que se sentiría o se  pensaría si se estuviera en el lugar del otro.

• Imaginar cómo el otro siente o piensa.

• Incomodidad, malestar, angustia, distress frente al sufrimiento del otro.

• Acompañamiento del sufrimiento o la alegría del otro lo que motiva a ayudarlo. La compasión, la congratulación, la conmiseración, son componentes de esta actitud que  es designada desde Max Scheler,  como Simpatía, si bien algunos autores denominan Empatía.
Es fácil observar que en las definiciones anteriores, la Empatía es considerada como un elemento afectivo o cognitivo o mixto.

Pero además la empatía forma parte relaciones interhumanas muy específicas, como la Relación Profesional de la Salud-Paciente y dentro de este campo se puede diferenciar la Empatía de la Relación Médico Paciente y la de la Relación Psicoterapeuta/Psicoanalista-Paciente, esta última conocida como Empatía Terapéutica.
Personalmente adhiero al concepto de Empatía como una actitud  humana que forma parte de la Competencia Social,  entendida ésta, como el conjunto de habilidades, destrezas y actitudes de las personas,  necesarias para relacionarse los unos con los otros y conformar grupos sociales.
En la RMP tal actitud es parte de la Competencia Comunicacional que a su vez está incluída en la Competencia Clinica.

En esta relación,  la Empatía  no solo “se presenta”,  dependiendo de la capacidad natural del profesional y de las características del  que consulta, sino que puede ser considerada  como una herramienta al servicio de alguna estrategia con una finalidad terapéutica y por lo tanto puede y debe ser enseñada y también puede y debe ser aprendida por los profesionales de la Salud.

Lo que sucede habitualmente en la relación entre los Profesionales de la Salud en general y los Pacientes, es que  el vínculo empático se desarrolla dependiendo de las capacidades naturales de cada profesional, ya que en general, éstos carecen de la formación necesaria para implementarlo,  salvo en algunos ámbitos de formación en los cuáles se intenta fomentar esta actitud, los cuales son más bien escasos al menos en la Argentina.
Sea cual fuere la definición que se utilice, se acepta en  general que la Empatía se desarrolla en los seres humanos desde muy pequeños, no es de distribución homogénea,  ya que hay personas con mayor facilidad para empatizar  que otras; se entiende que se  presenta con mayor frecuencia en las mujeres, lo que muy probablemente sea una consecuencia de lo que se valora en el sexo femenino en nuestra cultura,  aunque también debe haber otros factores que intervienen, muy probablemente neurohormonales (Oxitocina); sabemos que hay relación entre la Empatía, las habilidades sociales de los niños, su capacidad para aprender y la tolerancia a la frustración y que el grado de desarrollo de  esta característica en los padres, influye en la evolución infantil.

Por otra parte la Empatía está muy relacionada a la posibilidad  de vivir en sociedad, al altruismo, a las condiciones para la  afiliación a un grupo, a la solidaridad, a los valores éticos, es decir a todas las actitudes y conductas que favorecen la convivencia y la interacción social y es posible por lo tanto  inferir  que la Empatía está vinculada a la concepción de la nostridad, del nosotros como una entidad compleja y no como un yo plural, como una sumatoria de individuos singulares.

También se vincula la Empatía y sus disfunciones a la psicopatología humana,  particularmente  con los llamados Trastornos Generales del Desarrollo, especialmente el Autismo.

La Medicina es un arte antiguo y muchas de las conductas y actitudes del médico son por lo tanto de larga data, aunque por cierto la mayoría de las veces, los profesionales de la salud no nos detenemos a reflexionar acerca de ellas.

A  través del tiempo, un gran número de las formas de atender a los pacientes han sufrido variaciones acompañando los cambios histórico-culturales que se han ido produciendo.

En la medida que una modalidad de atención se repite, se instala, se incorpora a la cotidianeidad de la actividad profesional, se pasa a creer que tal modalidad es “naturalmente así” y por lo tanto no merece que nos detengamos a analizar sus  implicancias.

Es así como en la consulta médica poco a poco se ha establecido un modo de encuentro rápido, de  contacto superficial, centrado en recabar los síntomas de la enfermedad o el malestar físico que aqueja al consultante, orientado a diagnosticar con la mayor aproximación posible el problema biológico, con preguntas cerradas, con escasa oportunidad de exposición por parte del paciente de su interioridad, con una psicosemiología prácticamente ausente, una semiología clínica breve y rudimentaria y una hipertrofia de estudios y análisis complementarios.

Es lo que se denomina el modelo biomédico, focalizado  en el diagnóstico de la enfermedad  y centrado en el profesional de la salud,  con una relación Médico Paciente fragmentada y fragmentadora , objetivante y cosificadora, en la que los sentimientos, afectos, preocupaciones, temores y expectativas del paciente no son de interés para el médico y cuando perturban el desarrollo de la entrevista generando situaciones incómodas para el profesional que no las maneja y además piensa que no le corresponden,  entonces se procede “a derivar” al paciente depositándolo en el psicólogo o en el psiquiatra para que se hagan cargo “de la parte psicológica”.
Algunos autores plantean que la Empatía no puede ser enseñada ni aprendida, porque la consideran una característica de los sujetos humanos que depende básicamente de su personalidad.

No quiere decir esto que un médico/a o un enfermero/a deban manejar la Empatía tal como lo haría un psicoterapeuta, pero tampoco pueden dejar librada esta actitud a su propia intuición, transformándola en un modo benevolente y a veces hasta condescendiente de escucha de lo que el otro tiene que decir, constituyendo finalmente una actitud hacia el interlocutor pseudo-empática o pseudo-comprensiva.

También resulta claro que no con todas las personas que nos consultan, se establecerá una relación empática profunda.

Son muchos los pacientes que llegan a la consulta, con los que se establece una relación amable y atenta, respetuosa de sus particularidades como sujeto humano, pero en la cual por diversas razones,  no se desarrolla ese “aprehender la vivencia ajena” 2,  muchas veces porque lo que trae al paciente a ver al médico es un problema intrascendente desde el punto de vista de la salud y el mismo paciente desea una consulta rápida, o porque el que consulta, como muchos en la actualidad, está acostumbrado a ver especialistas  directamente y no cuenta o no desea contar con un médico de cabecera o porque recurre a lo que se llaman “consultas no-programadas”,  que son breves y se crearon para resolver el problema de la espera de turnos en los sistemas sobresaturados, pero que muchas personas utilizan sistemáticamente y mediante las cuales cada vez verán a un profesional de la salud distinto, que los atenderá poco tiempo, y no tendrán un médico que los conozca y los siga,  ya que nunca se generarán un espacio de tiempo dedicado a su salud,  y más bien verán a un profesional de la salud diferente cada vez, en los espacios que “les sobren” entre otras actividades “más importantes”, pensando que la historia clínica computarizada reemplaza perfectamente al médico de cabecera.
Pero que  el profesional de la salud “sienta lo que el paciente está sintiendo” en el momento en que éste nos cuenta una situación de su vida que a él le importa mucho, es fundamental para que dicho paciente se dé cuenta de que es escuchado y comprendido,  y por ende valorado como persona digna de ser el centro del interés del profesional-persona que lo está atendiendo.

Pero este momento de “aprehensión del vivenciar del otro”, como planteaba Edith Stein, es un acto incompleto en las Ciencias de la Salud,  a menos que  el profesional tratante pueda “cortar” el momento emocional para pasar a un momento reflexivo,  en el cual rápidamente tendrá que articular la emoción experienciada por él y  la sentida por el paciente, con las creencias, pensamientos, ideas, modo de vivir y de ser de ese paciente, separándolas además,  de las propias ideas y emociones.

No se trata de imaginar lo que el paciente siente, ni tampoco de representarse lo que el profesional de la salud sentiría si estuviera en el lugar del paciente.

Ambas situaciones son engañosas y están más relacionadas con las características del profesional que se imagina o se representa la emocionalidad del otro, que con el mundo emocional real del paciente.

Se trata en ambos casos de inferencias, de suposiciones que podrían ser acertadas, pero que en igual proporción podrían ser erróneas ya que están muy contaminadas con la interioridad del profesional.

Pero que el profesional de la salud contextualice la emoción expresada por el paciente y que él ha vivenciado, es importante para no propiciar con ciertas actitudes,  aspectos poco saludables de dicho paciente.

Una persona puede llorar dramáticamente, con angustia intensa y muy conmovedora, porque no ha logrado manipular a otro,  y en el acompañamiento empático se debe tener cuidado,  porque es probable que ese paciente se calme si el médico se deja manipular, con lo cual se fortalece un aspecto poco sano del que consulta.
En síntesis:
La Empatía requiere de un primer paso que consiste en que el profesional de la salud, escuchando atentamente lo que el paciente dice y observando lo que expresa sin palabras, con los gestos, las actitudes, los tonos de voz, los énfasis, los silencios, etc., pueda sentir la emoción que el paciente está sintiendo, y en este sentido, la Empatía es claramente una actitud afectiva, en la que el estado emocional percibido por el profesional, se ha generado en aquél al cual éste escucha utilizando al máximo su capacidad de concentración,  sin prestar o prestando poca atención a los aspectos del mundo circundante,  ni tampoco a las propias preocupaciones que en ese momento deben estar fuera del foco de la consciencia.

Pero “ponerse en los zapatos del otro”, la frase de Rogers que más utilizan los profesionales de la Salud cuando se refieren a la Empatía, requiere un paso más, que consiste en tomar distancia, saliéndose del estado afectivo en el que se estaba inmerso hasta ese momento, para entender el mundo de creencias, vivencias, concepciones e ideas del paciente y en este momento la Empatía es una actitud básicamente cognitiva.

Todas las observaciones, señalamientos, esclarecimientos, orientaciones y consejos que se brinden deberán serlo desde ese mundo de creencias que es el mundo del paciente,  porque de otra forma lo que el profesional de la salud quiera transmitir no tendrá significado para dicho paciente, le resultará extraño, ajeno, no lo comprenderá y por lo tanto no producirá el efecto buscado.3
*Este texto es un adelanto del próximo libro de la Dra. Vidal y Benito que editará la editorial Polemos. IntraMed agradece la generosidad de compartirlo con nuestros lectores.

INFLAMACION EN LOS BORDES DE LA UÑA


PARONIQUIA o PERIONIXIS

Es un trastorno inflamatorio o infeccioso localizado en los tejidos blandos circundantes a la uña.
Se produce generalmente como consecuencia de una lesión traumática o por una patología previa.Esta anormalidad se presenta preponderantemente en las manos, y con menos frecuencia en los pies, pudiendo ser muy dolorosa y dejar fluir líquido purulento con la compresión.

Factores predisponentes:

Onicofagia ( habito de comerse las uñas)
Traumatismo agudo
Traumatismo crónico o generalizado
Higiene inadecuada
Calzado inadecuado
Manicuría y pedicuría agresivas, colgajo de piel por manipulación de pliegues periungueales cortes de uña inadecuados, usos de quitaesmaltes que afecten la piel, corte o retracción de la cutícula.Irritación crónica por exceso de humedad en tareas domésticas u ocupacionales en contacto habitual con agua, y/o productos químicos, corrosivos, erosivos, u otros sin utilizar protección adecuada. (Lavacopas ,ayudantes de cocina, personas que practican natación, deportistas expuestos a traumatismos, pintores, albañiles, etc.)
El hábito de succionarse los dedos.
Pacientes diabéticos, inmunodeprimidos, o que cursan enfermedades sistémicas o dermatosis, u otras que alteren la continuidad de la piel.
Pacientes con otras patologías preexistentes que afecten a los dedos y/o a las uñas.
El diagnóstico lo realiza el médico, con su tratamiento correspondiente.
El foco infeccioso puede ser visible dentro del pliegue de la uña y/o puede estar debajo de la misma El médico puede indicar un análisis microbiológico, a fin de averiguar que tipo de bacteria u hongo es el causante de la infección.
El facultativo podrá realizar el diagnóstico diferencial ya que existen otras patologías como ser el Síndrome de Reiter ,Psoriasis y en infecciones herpeticas en las que también puede comprometerse la zona proximal del pliegue de la uña, dando un cuadro similar de una paroniquia aguda.
En caso de paroniquia bacteriana el médico puede indicar los antibióticos adecuados, y en casos graves drenará la lesión o realizará tratamiento quirúrgico. En las paroniquias micóticas el médico prescribirá los antimicóticos necesarios e indicará los pasos a seguir.Decidirá asimismo si es necesario extirpar la uña.
La paroniquia aguda es un trastorno tratable teniendo buen pronóstico, la mayoría de los casos resuelve de manera satisfactoria en 7 a 10 días con tratamiento adecuado.En la paroniquia crónica si se puede identificar y corregir el factor predisponente aislado, el pronóstico es favorable aunque el tratamiento médico suele ser más prolongado que la paroniquia aguda, pudiendo llevar varios meses de tratamiento. Lo común es que el problema sea multifactorial y se base en una dermatosis crónica, siendo en estos casos necesario hábitos de protección y una rápida intervención ante signos de recaída. La paroniquia crónica no tratada conduce a un engrosamiento y decoloración con pérdida final de la uña.

Complicaciones:No son comunes las complicaciones en los casos en los que el paciente concurre al médico precozmente. El problema principal es que se dañe la matriz y quede una cicatriz si no se drena el material purulento tempranamente, esto suele suceder particularmente en los niños.
Otras anormalidades que pueden producirse son surcos y depresiones transversales en la uña(surcos de Beau), pueden llegar a presentarse abscesos, o infecciones más complicadas y afectar incluso a los tendones, a los huesos (osteomielitis), y en ocasiones pueden provocar infecciones en el torrente sanguíneo.
Por lo que se recomienda siempre concurrir al médico.

Se recomienda :

Cortar las uñas en forma recta, no cortar hacia los surcos laterales y procurar que no queden demasiado cortas, ni dejar puntas de riesgo.
Evitar el uso de removedores de cutículas, acetonas, quitaesmaltes, dado que estos son corrosivos y pueden dañar la piel y la cutícula.
Tener en cuenta especialmente no cortar las cutículas, no usar elementos cortantes o punzantes en los surcos ungueales que puedan lesionar la piel.
No raer o comerse las uñas.
Usar guantes de algodón por debajo de los guantes de goma, para mantener las manos secas en las tareas que impliquen contacto permanente con la humedad, uso de detergentes, virulanas, elementos abrasivos, pinturas, etc.
Procurar usar medias de algodón y calzado adecuado según la tarea a desempeñar, a fin de evitar la permanencia de humedad en los pies y la proliferación de hongos y posibles lesiones.
Evitar el contacto excesivo con el frío o calor extremo sin protección en manos o pies.
Para mantener la higiene de las uñas, cepillarlas con un cepillo suave con jabón neutro y abundante agua.
Se recomienda especialmente a los pacientes diabéticos, inmunodeprimidos, en tratamiento oncológico, con escasa movilidad, con patologías dermatológicas, gerontes, etc. y a todas las personas en general visitar periódicamente al podólogo para realizar el correcto cuidado de los pies, fundamentalmente a fin de evitar lesiones, atender las patologías, mantenerlos siempre sanos, y en caso necesario realizar la derivación correspondiente.

La relacion entre el podologo y el paciente con diabetes


LA IMPORTANCIA DEL PODOLOGO ......EN EL PACIENTE CON DIABETES

Aunque es grande el número de profesionales o expertos que atienden, controlan y asesoran a los diabéticos (odontólogos, ginecólogos, oftalmólogos, etc.), a menudo existe un auxiliar de la medicina al que se escucha poco. Se trata de los podólogos, especialmente los podólogos universitarios, que tienen una formación seria y se dedican a su profesión con idoneidad y responsabilidad.
Ellos son indudables aliados del médico diabetólogo y no deben estar ausentes de un equipo de atención diabetológica que se precie de tal.
Los podólogos profesionales van mucho más allá del cuidado de la estética de nuestros pies, y son una pieza clave en la prevención del temido pie diabético o de una de sus manifestaciones iniciales más frecuentes: las úlceras del pie

Las razones de los riesgos del pie

El pie es una estructura vulnerable a diversas lesiones por una serie de aspectos, entre los que vale la pena recordar:
• Menor irrigación sanguínea
• Contacto con la superficie del suelo y con el interior del calzado
• Trastornos de las terminales nerviosas, sobre todo en la diabetes de larga duración, que lleva a pérdida de la sensibilidad (señal de alerta de la existencia de algún daño u objeto que puede ser perjudicial). La pérdida de sensibilidad al calor es particularmente peligrosa.
• Tendencia a modificaciones en el arco del pie, lo que modifica su estructura y predispone a ampollas y ulceraciones.
A estas características deben sumarse otros factores como el empleo de calzado o medias inadecuadas.
• Cuando Ud. concurre al podólogo asegúrese de comentarle que es diabético y no le escatime información de sus lesiones anteriores o el estado de control de la diabetes en el momento de la consulta.
• Solicítele asesoramiento acerca de los productos más convenientes para la piel de los pies (cremas, talcos, etc.)
• No desatienda sus recomendaciones sobre la necesidad de consultar de inmediato al médico, ante la presencia de una lesión que tal vez Ud. considere poco importante. Estos profesionales, en su formación, reciben capacitación acerca de los signos de alarma de lesiones del pie.
Los sí y los no en las etapas previas a la aparición de una úlcera
En la prevención de la úlcera de pie, recuerde que Ud. no debe:
• usar remedios caseros o productos no aprobados por el podólogo o el médico tratante
• emplear calzado duro y muy cerrado
• sentarse cerca de alguna fuente de calor o recurrir a la bolsa de agua caliente o almohadillas eléctricas para calentar sus pies
Por otra parte, Ud debe:
• Abrir primero el agua fría y luego el agua caliente, cuando esté por darse un baño
• Controlar la temperatura del agua de la bañera con el codo, antes de introducir los pies
• Apagar la almohadilla eléctrica o retirar la bolsa de agua caliente antes de acostarse en la cama
• Controlar el aspecto de los pies diariamente
• Consultar al médico ante la menor duda

cuidados en el paciente con diabetes


CUIDADOS DEL PIE DIABETICO

Al estar los pies anatómicamente muy distantes del corazón son propensos a manifestaciones de problemas circulatorios y neurológicos que se observa en ellos primero. También como los pies soportan el peso del cuerpo son bastante frecuentes los traumatismos termicos y quimicos El uso inadecuado de zapatos es un factor importante que contribuye a las lesiones del pie en el diabético.
Las alteraciones provocadas por la Diabetes pueden dar lugar a:
Neuropatia distal. (perdida de sensación, de dolor y temperatura)
Vasculopatia (alteraciones de la circulación)
Infecciones y
Alteraciones en el esqueleto del pie

El cuidado de los pies debe tener como fin el prevenir las complicaciones antes mencionadas con los agentes externos del pie. (zapato, calcetín, etc.) El cuidado del pie se puede dividir en dos tipos:
Los que puede hacer el diabético por si solo o AUTOCUIDADOS.
Los que deben ser realizados por un profesional: 
PODOLOGO
AUTOCUIDADOS DEL PIE
1.- Inspeccionar diariamente los pies para observar la posible presencia de ampollas, grietas o erosiones. Cualquier desgarro de la piel constituye un área potencial de infección y debe ser tratado con sumo cuidado
1.1.- Como algunas personas, sobre todo mayores, encuentran dificultad para observarse la planta del pie, se puede ayudar de un espejo.
1.2.- En el caso de desgarro de la piel se debe limpiar suavemente la región con jabón y agua tibia. Se aplicara un antiséptico suave y se recubrirá la zona con un aposito estéril hipoalergenico,de forma suave para no apretar los dedos y que la sangre circule libremente
1.3.- Si la región llega a inflamarse consultar al podologo
2.- Mantener los pies limpios, secos y suaves.
2.1.- Lavar diariamente los pies usando un jabón suave y neutro.
2.2.- El agua debe ser tibia. Comprobar la temperatura con la mano, ya que esta es mas sensible, antes de meter el pie. Si se tiene que retirar la mano es que esta demasiado caliente.
2.3.- El baño no debe superar los 10 minutos para evitar dañar la piel, puesto que, una prolongación excesiva en el tiempo de los pies dentro del agua produce maceración de la piel y una perdida excesiva de capa cornea, lo que la protege del medio ambiente.
2.4.- Si se tiene dificultad en llegar a los pies, puede usarse un cepillo blando de mango largo, nunca cepillos de cerdas fuertes, para evitar producir erosiones en la piel.
2.5.- Secar cuidadosamente con una toalla suave, en particular entre los dedos, sin frotar vigorosamente, para evitar que la acumulación de humedad en estas zonas evitando infecciones, micoticas o bacterianas.
2.6.- Aplicar una crema hidratante para devolver la elasticidad y grado de hidratación a la pie.( preferentemente con vitamina A )
2.7.- No salir a andar en paseos largos(ir de compras) inmediatamente después del baño para dejar que la piel se recupere y dar tiempo a que la crema se reabsorba, si no se puede causar lesiones por roce.
3.-Procurar evitar cualquier lesión en los pies para lo que debemos tener en cuenta lo siguiente:
3.1.- Evitar la humedad en los pies y el uso de zapatos o calcetines húmedos, especialmente en invierno.
3.2.- Cortar las uñas de forma recta, sin cortar los picos, o mejor limarlas para evitar la aparición de uñas encarnadas.
3.3.- No cortar los callos y durezas, ya que se podrían producir infecciones debido a la mala manipulación y al uso de material inadecuado. (se pueden confundir callos con papilomas, etc.)
3.4.- No utilizar agentes químicos como los callicidas ya que pueden producir quemaduras en la piel.
4.-Evitar las temperaturas extremas en todo momento.
4.1.- Mantener calientes los pies con calcetines de algodón.
4.2.- Nunca aplicar calor directo a los pies como pueden ser bolsas de agua caliente, mantas eléctricas, braseros, etc., puesto que se corre el riego de producir quemaduras debido a la falta de sensibilidad y a la fragilidad de la piel.
4.2.1.- En invierno cuando se quedan los pies fríos o se viene de un lugar frío como puede ser la calle, no se deben poner los pies y piernas excesivamente cerca de estufas, braseros, etc., es decir, de focos de calor fuertes , para evitar problemas circulatorios. Aplicar masajes y pasear para elevar poco a poco la temperatura.
4.3.- Probar el agua del baño con la mano antes de meter el pie para comprobar la temperatura y evitar posibles quemaduras por falta de sensibilidad en el pie.
4.4.- Usar calcetines de algodón en la cama si los pies se enfrían por la noche.
5. Ejercicios físicos.El diabético debe estar bien compensado para la realización de ejercicios físicos y la diabetes no es un impedimento para ello, puesto que hay atletas de alta competición que son diabéticos.
El niño puede realizar ejercicios físicos del tipo de baja resistencia o aerobicos como correr, fútbol, bicicleta, etc., para lo que debe tener en cuenta el tipo de calzado a usar, debiendo utilizarse el adecuado a cada deporte, controlando después del ejercicio que no existan daños en la piel.
En
 
cuanto a las personas adultas (tercera edad) deben caminar diariamente y pueden realizar los siguientes ejercicios:
5.1 Girar los pies por los tobillos unas diez veces.
5.2 Mover hacia atrás y hacia adelante el pie por el tobillo unas diez veces.
5.3 Moverse los dedos de los pies con las manos.
5.4 Darse masajes suaves en las piernas y pies para facilitar la circulación.

LAS PRENDAS QUE SIRVEN PARA PROTEGER AL PIE
1. Medias y calcetines.
1.1 Que sean anchos para permitir la movilidad de los dedos y no deben ajustar en la puntera.
1.2 Sin bandas elásticas ni ligas que pueden restringir la circulación de la sangre.
1.3 Evitar las costuras por los posibles roces que pueden producir.
1.4 Se deben cambiar diariamente para evitar la acumulación de sudoración y productos de descamación de la piel.
1.5 El material a escoger debe ser el algodón o el hilo, desechandose los tejidos sintéticos ya que no permiten la transpiración; y el sudor favorece LA MACERACION DE LA PIEL QUE ES UNA PUERTA DE ENTRADA PARA LOS MICROORGANISMOS PATOGENOS.
2. El calzado.
2.1 Usar un calzado de puntera redondeada que permita los movimientos de los dedos y con cordones que den una buena adaptación en anchura al dorso del pie. Así , se puede prevenir la aparición de hiperqueratosis y helomas.
2.2 No se deben usar zapatos con los dedos o con el talón al descubierto para
 evitar en lo posible los roces, golpes, etc.
2.3 El material, preferiblemente, debe ser de piel para favorecer la transpiración.
2.4 Inspeccionar con frecuencia el interior del calzado en busca de posibles objetos extraños, clavos o arrugas, ya que todo objeto que crea presión o produce abrasión sobre la piel es peligroso puesto que los puntos de presión y las erosiones de la piel son lugares potenciales de irritación e infección.
2.5 Si usa un zapato nuevo. No usarlo mas de media a una hora seguida para dar tiempo al pie a
 que se acomode.

dolor en talones


DOLOR EN LOS TALONES:"TALALGIAS"

El talón suele ser unos de los puntos dolorosos y basantes molestos del pie, recordemos que los mismos son los que reciben el primer impacto contra el piso en nuestro andar cotidiano, y se pueden ver afectados por varias circunstancias, externas y/o internas debido a la estructura del pie. Estas patologías se denominan "TALALGIAS" su diagnostico temprano puede ayudar a resolver el problema o a mejorar su calidad de vida.

Las TALALGIAS son síndromes dolorosos que se deben a diversas causas con características propias que se dan por la anatomía de la región. Puede afectar pìel, la planta del pie, el tejido adiposo, las bolsas serosas del pie, tendones ligamentos, cápsulas, membranas y vainas sinoviales , cartílagos, articulaciones y huesos.-
Afecciones del esqueleto del talón:
Afecciones del astrálago
Por traumatismos, pueden producirse fracturas (tubérculo externo) suele ser la más común, por su mala irrigación= osteonecrosis ( Por interrupción de la circulación sanguinea).
Afecciones del Calcaneo (Talón)
Infecciones del tipo orgánicas que afectan al hueso. Algunas de ellas son: Tuberculosis, Sífilis, Blenorragia, enfermedades piógenas o se pueden producir por clavos en tracciones continuas.
Tumores: Generalmente son Benignos.
Quistes : Oseo esencial, Oseo aneurismático, lipoma interoseo, tumor de céluas gigantes, etc.-
Espolones: Es una Osificación que se localiza en la cara plantar o posterior del calcaneo (Talón) y pueden estar ambos asociados. Son espículas oseas. El espolón plantar pertenece a la inserción de la zona plantar y los músculos cortos de la misma planta. El espolón posterior pertenece a la inserción del tendón de Aquiles.
Exostosis (Pequeña tuberosidad similar a un quiste ) el mismo se dá en la zona posterior externa del talón por compresión de las partes blandas con el calzado. aumenta la cresta que divide los Surcos de los músculos Peroneos que son laterales externos en la pierna. También se dá uno en la parte superior denominado Espolón de HAGLUND es una variedad morfologica y congénita del calcaneo (Talón). Epifisitis posterior del Calcaneo: Se denomina enfermedad de SERVER y es la sub-osificación del la parte inferior del Talón que es la primera que toma contacto con el piso en la marcha.
Fracturas diversas con sus correspondientes secuelas.
Si tiene alguno de estos signos....


NO DEJE DE CONSULTAR . ESTA A TIEMPO DE MEJORAR.!!!!!!!!!! NO LO OLVIDE

cuidados del paciente diabetico en vacaciones


L CUIDADO DE LOS PIES EN VACACIONES....EN LOS PACIENTES CON DIABETES.

El énfasis en el cuidado de los pies en el diabético es un tema que no debe descuidarse en ningún momento del año, y la llegada de las vacaciones obliga a algunas consideraciones especiales.


Medidas de cuidados generales


Recordemos, una vez más que, con respecto a sus pies, si Ud. es diabético debe tener presente:


inspeccionar diariamente los pies, el calzado y las medias empleadas

realizar una higiene cuidadosa, no sólo en lo relativo a la intensidad del lavado sino a la temperatura del agua, al empleo de jabones o cremas suaves y al secado minucioso para la prevención de micosis (infecciones producidas por hongos)

aplicar cremas, si la piel se nota reseca

cuidado de las uñas y su corte periódico

vigilar y no descuidar eventuales lesiones (cortes, ampollas, etc.)

Precauciones especiales durante las vacaciones
Además de estos cuidados, que no difieren de los que usted ya realiza a lo largo del año, las vacaciones demandan medidas especiales, ya que se pueden producir situaciones que podrían alterar la delicada salud de los pies.


Los puntos centrales de estos cuidados son:


Viajes o trasladosLos viajes prolongados, ya sea en automóvil, ómnibus o trenes pueden provocar edema (hinchazón) de los pies.
Por este motivo, es necesario que en lo posible cada media hora se levante de su asiento y se movilice.
Lleve puesto un calzado cómodo, expansible y blando, ya que si se produce hinchazón de los pies los calzados rígidos pueden provocar compresión o incluso ampollas.

CalzadoAdemás del calzado que lleva durante el viaje, recuerde que las vacaciones incluyen generalmente caminatas, por lo cual todo el calzado debe ser blando, y con pocas costuras.
No camine descalzo, ni aun en la playa. La arena que produce una sensación tan especial en la planta de los pies puede muchas veces ocasionar riesgo de quemaduras (por falta de sensibilidad a la temperatura, particularmente en horas del mediodía o de la tarde). También es posible que se encuentren encubiertos objetos punzantes o cortantes que podrían arruinar sus vacaciones. Emplee siempre una sandalia.

Quemaduras solaresDos de los sectores del cuerpo que no solemos tener en cuenta frente al riesgo del sol son las piernas y los pies, que suelen estar particularmente descubiertos en los días de playa del verano. Si quiere sentir la piel de los pies y las piernas libres de la cobertura de pantalones y medias, aplique la pantalla solar de la misma graduación que utiliza en el rostro y el resto de su cuerpo. Recuerde volver a aplicar una capa de estos productos si ha pasado cierto tiempo o si se ha sumergido en el agua.

Atención a la sequedad de la pielLas altas temperaturas, el sol y el agua de mar tienden a provocar (o acentuar) la sequedad de la piel. Sitios especiales como los talones suelen ser los más afectados y éste puede ser el punto de partida de grietas de la piel, con mayor riesgo de infección.
No olvide el uso de cremas postsolares, o de la misma crema de hidratación que emplea a lo largo del año, pero aplíquela más frecuentemente.

Material estéril y protectorEs conveniente que tenga a mano apósitos de limpieza, con antisépticos o sin ellos, para usarlos frente a cualquier contingencia.

Examine cuidadosamente los pies
No deje pasar por alto la aparición de ampollas, cambios de coloración de la piel o grietas en la piel. Asegúrese de disponer de una adecuada cobertura de salud en el lugar de su veraneo, para eventuales complicaciones de este tipo.

Finalmente, recuerde que las vacaciones significan un tiempo sin exigencias laborales o de estudios, con tiempos más relajados y menores responsabilidades. Sin embargo, para que el descanso sea placentero y sin sobresaltos, el cuidado de la diabetes no debe tomarse vacaciones.

corte adecuado de las uñas


CORTE ADECUADO DE LAS UÑAS

Son muchas las complicaciones que puede ocasionar el corte incorrecto de las uñas de los pies, especialmente graves en el caso de pacientes diabéticos. En general, tratamos la forma y frecuencia con la que se cortan las uñas como si careciese de importancia. Sin embargo, un corte correcto de uñas evita complicaciones tales como infecciones, panadizos, paroniquias (infección del borde ungueal), onicocriptosis (uñas encarnadas) e incluso amputaciones de los miembros inferiores.
La prevención y la educación son dos armas básicas para evitarlasLos profesionales sanitarios tienen una labor muy importante como educadores en hábitos higiénicos adecuados, lo que me motivó a escribir este artículo.
La frecuencia con la que deben cortarse las uñas varía según la persona; los diabéticos deben cortárselas una vez a la semana, y así aprovechar para revisarse los pies, aunque en condiciones normales se cortarán una vez al mes.
Se deben cortar después de lavar los pies con agua templada (comprobando la temperatura para evitar quemaduras) y jabón durante unos minutos, secándolos muy bien antes de cortarlas, especialmente en los espacios interdigitales, para evitar micosis. Así conseguimos que las uñas estén más blandas y limpias, facilitando
su corte y evitando infecciones.
Los pacientes con disminución de movilidad o de visión,deben solicitar ayuda a un familiar que haya sido instruido previamente sobre la forma de cortarlas, o acudir al podólogo.
Cuando se aprecie patología ungueal como onicogrifosis (uña engrosada), onicocriptosis (uña encarnada) o paroniquia, es necesario acudir a un podólogo ya que este dispone del instrumental y formación adecuados para su correcto tratamiento.
Para cortar correctamente las uñas de los pies debemos tener en cuenta las siguientes indicaciones:
1º Cortarlas en línea recta (el corte curvo para las uñas de las manos).
2º El corte debe ser limpio; nose deben cortar trozos de uña por arrancamiento o tracción.
3º No dejar bordes irregulares ni esquirlas.
4º No cortar las esquinas de la uña, ya que pueden provocar
onicocriptosis.
5º No cortar excesivamente el borde libre de la uña cercano a
la piel (no apurarlas).
6º No cortar, ni eliminar la cutícula, se puede provocar infecciones.
7º Limar suavemente el borde de la uña para evitar arañazos
y lesiones.
8º. Por último, aplicar una crema hidratante, así evitaremos grietas y fisuras. La crema hidratante que
usaremos en el pie debe contener urea (Emultione-4®, Ureadín®, Neutrogena® etc.), ya que a diferencia
de las manos, en el pie es indispensable para una correcta hidratación.
En el caso de los niños Recién Nacidos las uñas son suaves
y flexibles pero pueden provocar lesiones y arañazos en cara y
ojos. Para cortarles las uñas debemos tener en cuenta:
Usar tijeras pequeñas y de punta roma o cortauñas para bebes
(No usar cortauñas de adultos porque puede cortarse el pulpejo
del dedo accidentalmente).
Cortar una vez a la semana las uñas de las manos y 1-2 veces
al mes las de los pies.
Aprovechar mientras duermen.
Cortarlas después del baño, ya que están más blandas.
Evitar usar limas.Si observamos alteraciones como onicocriptosis, acudir al podólogo.
Si seguimos estos consejos conseguiremos evitar las complicaciones
que frecuentemente se asocian al incorrecto corte de las uñas.
LA SALUD DE SUS PIES 
Cuidados para tener unos pies sanos
Los pies son una de las partes más castigadas del cuerpo, sobre ellos permanecemos apoyados la mayor parte del día y con ellos llegamos a caminar más de 12.000 kilómetros a lo largo de nuestra vida.
Sin embargo, generalmente no se les presta la suficiente atención, descuidamos el tipo de calzado y, hasta que no se presenta alguna dolencia, no acostumbramos a acudir al podólogo.

Callos, juanetes y otras dolencias del pie.

Los callos. se producen por roce, presión o comprensión, y generalmente afectan más a las mujeres.
Cuando el calzado no se ajusta a las estructuras del pie e impide el desarrollo de palanca que ejercen los dedos se pueden formar callos. Éstos se producen por roce, presión o compresión, siendo la presión más evidente en el sexo femenino ya que el uso de los tacones hace que el peso se desplace hacia el metatarso que tiene que responder a un exceso de trabajo.
Por otra parte, la presión lateral a la que son sometidos los dedos hace que se formen los ojos de gallo, o callos interdigitales, que amenazan a los dedoss a que abandonen sus espacios para desencadenar una serie de patologías como los dedos en martillo, juanetes o dedos en garra.
Otro de los problemas que puede sufrir el pie son las grietas en el talón, originadas fundamentalmente por la anhidrosis (ausencia anormal de sudoración en respuesta al calor). A pesar de que el talón está diseñado para absorber cada impacto con una gran red de celdillas grasosas, si éste no está lo suficientemente hidratado, el contorno se pellizca y se rompe. Las grietas también se deben a los calzados con contrafuertes blandos que permiten desplazamientos de lateralidad, a cambios hormonales o a algunos tratamientos médicos. Si las grietas no se tratan de inmediato pueden llegar a ser muy profundas e incluso a infectarse.

El pie de atleta 

Después de la ducha es importante secarse bien y no dejar zonas húmedas. Es muy recomendable usar para ello el secador del pelo, ya que el aire caliente nos ayudará si no podemos hacer bien esta acción.
El pie de atleta es un tipo de micosis –enfermedad de la piel producidas por hongos- cuya presencia se detecta por la aparición de picor, lesiones rojizas, sensación de quemazón así como grietas o descamación y pequeñas ampollas en la piel de entre los dedos. Al ser una enfermedad contagiosa, es necesario extremar la higiene y evitar caminar descalzo en lugares muy concurridos o con humedad. Después de tomar una ducha o un baño es necesario secarse bien para evitar dejar zonas húmedas, sobre todo insistiendo en las zonas de pliegues y entre los dedos, además de no intercambiar ropa, como pantalones de deporte o bañadores, ni toallas, y extremar las precauciones si están húmedas.


El mal olor en los pies

El uso de desodorantes no está indicado ya que no son muy efectivos.
La bromhidrosis o mal olor en los pies viene dada por una hipersudoración de éstos y una descomposición bacteriana. Esto se produce porque el pie esté sometido a un estrés constante al pisar mal, por el uso de calcetines y medias con fibras sintéticas o por el empleo de calzado que no reúne las condiciones adecuadas y en el que cada vez se usa y abusa más de gomas y licras.Algunas personas también sufren bromhidrosis porque tienen problemas psicológicos que hacen que su sistema nervioso neurovegetativo se ponga en guardia. En este caso, el tratamiento puede incluso llegar a la cirugía mediante simpatectomía torácica con unos resultados que se acercan al cien por cien. En líneas generales, el podólogo aconseja hacer un tratamiento controlado con los antitranspirantes, así como una buena higiene del pie y, a ser posible, una limpieza del interior del calzado. Por otro lado, desaconseja el uso de los desodorantes, que sólo se limitan a evitar el mal olor, si es que lo consiguen.

El cuidado de las uñas


Habitualmente el especialista recomienda que las uñas se corten rectas para evitar que éstas se introduzcan en el dedo. Sin embargo, el podólogo deberá decidir ante cada caso concreto la manera idónea de cortarlas.Con respecto al esmalte de uñas, el especialista advierte de que las uñas son órganos sumamente permeables por lo tanto, a pesar de que los esmaltes son cada vez más inocuos, es conveniente dejar que las uñas transpiren y se oxigenen y no llevarlas continuamente pintadas.

¿Cuándo acudir al podólogo?

No se suele ir al podólogo hasta que se detecta un problema.
Normalmente no estamos mentalizados sobre los desórdenes de salud que nos pueden acarrear los pies y pensamos que si no tenemos problemas no es necesario acudir al podólogo. Sin embargo, en muchas ocasiones, las dolencias en otras partes del cuerpo se deben a que “nuestros cimientos no reciben las fuerzas de gravedad para los que fueron diseñados o porque los zapatos que utilizamos habitualmente no son los adecuados”. Así pues, es preciso permanecer atento a nuestros pies y vigilar la aparición de cualquier anomalía como rozaduras, callos, heridas, etc. Especial precaución deben tener los enfermos de diabetes y algunos profesionales cuyo trabajo les obliga a permanecer mucho tiempo de pie. Es el caso de los trabajadores del sector de la hostelería, que están sometidos a unos desplazamientos en lateral en poco espacio y durante muchas horas, así como las peluqueras, por la estática en bipedestación y sin actividad, o las enfermeras por el uso continuado de los zuecos.